Se completó hoy la jornada en ambos turnos como estaba previsto pero la directora, Dora Bailo, advirtió que el arreglo es provisorio y que los inconvenientes podrían repetirse.
El problema mayor es que no se instalan bulones en el techo para impedir futuras filtraciones de agua por la lluvia o voladuras por el viento. Las dos situaciones ya ocurrieron e implicaron la pérdida de numerosos días de clases.
La obra en sí misma no es muy compleja pero se la reclama desde hace diez años sin que se concrete.
También hay rajaduras en las aulas nuevas y por ello deberá controlarse en el futuro.
Los padres se enteraron de la situación en una reunión realizada hoy por la tarde.
Cecilia Soberon