El conflicto que sostienen los trabajadores subsidiados con la directora Bravo no termina por solucionarse.
Según explicaron luego de la semana de tregua acordado nada cambió.
La funcionaria sigue en su cargo a pesar de las denuncias de maltrato y “tampoco tenemos nada firmado sobre el concurso, todo es de palabra”, contaron los trabajadores.
Es por ello que se mantienen con medidas de fuerza, lo que genera precariedad en la atención de los ancianos.
Cecilia Soberon