El gobierno acordó con las empresas congelar los precios de las naftas y el gasoil por 90 días y, al mismo tiempo, avanzar en un proceso para acercar los valores locales del crudo -mantenidos artificialmente altos por decisión oficial y convenios entre privados- a los internacionales.
Así lo pactaron ayer por la tarde representantes de YPF, de Shell y de Pan American Energy en una reunión con el ministro de Energía, Juan José Aranguren. Es probable que la iniciativa repercuta en una baja en el nivel de actividad, por lo que incluye también un entendimiento para intentar mantener la paz social.
Además de congelar durante los próximos tres meses el valor del gasoil y las naftas en el surtidor, habrá una reducción paulatina sobre el precio sostén del barril de crudo, que es la materia prima que los productores les venden a los refinadores, fijado hoy en valores más altos que los internacionales mediante un acuerdo entre las propias empresas.