El fin de semana se supo que el hombre conocido como “Pampa” Andrade falleció producto del daño que le generó el humo del incendio de su casa. El jefe del cuartel activo de bomberos voluntarios, Darío Campos, lamentó profundamente la situación y aseguró “siempre queremos evitar este final, pero no siempre podemos”.
Campos explicó que muchas veces el vecino común no entiende como se desarrolla el trabajo del bombero. “Trasladar una autobomba es muy pesado, tiene una cantidad de agua limitada, todo lleva su tiempo, nos gustaría que no fuera así y no tener que afrontar estas situaciones, nos preparamos para dar lo mejor, queremos evitarlo pero no siempre podemos”, contó.
Afrontar la posibilidad de la muerte “es parte de nuestra función, en este caso era una persona conocida, este tipo de siniestro impacta pero nosotros vivimos continuamente con estas situaciones con los accidentes de tránsito, dentro de la vida del bombero es habitual”, explicó. Es por ello que desde hace dos años trabajan con un equipo de psicólogos para saber manejar estos conflictos.
“Desde que vivimos la tragedia del barrio Brentana (donde murieron tres niños) trabajamos sobre la formación y preparación psicológica para enfrentar este tipo de siniestro”, dijo Campos y contó que luego del servicio están atentos a cómo evolucionan los pacientes. “Leemos las noticias, llamamos a ver como están, en general se recuperan y vienen a agradecernos la ayuda”, resaltó el jefe de los bomberos.