Dos dotaciones de bomberos de Plaza Huincul acudieron ayer para sofocar el incendio de barrio Otaño, en la vivienda de los presuntos autores del homicidio de Romero, y mientras trabajaban fueron agredidos con piedras y otros objetos que dañaron las unidades.
Tras el episodio de las 11 de ayer donde Ariel Romero perdió la vida por una herida de bala, sus amigos y familiares tomaron represalias contra una vivienda de calle Santiago del Estero que sería el homicida y tras un ataque con piedras y grandes bloques de escombros, iniciaron un incendio que demandó la intervención de dos dotaciones de bomberos.
Desde la Central de Huincul informaron que mientras trabajaban para sofocar las llamas uno de los voluntarios fue blanco de una piedra, pero logró esquivarla y el proyectil impactó en la unidad. “Además del ataque fuimos insultados todo el tiempo” comentaron. Por otra parte admitieron que no es la primera vez que reciben agresiones mientras intervienen en ese sector del barrio Otaño.
Durante los disturbios que se extendieron por más de 3 horas también resultó lesionado un efectivo de la policía y un móvil fue dañado.