Los habitantes de la comarca sintieron esta semana los primeros problemas que generó la falta de lluvias y principalmente nevadas durante el invierno en la Cordillera. El río Neuquen es de montaña, si no hay nieve que se derrita el caudal es muy poco.
El gobierno provincial y el nacional tienen doble preocupación porque la falta de agua genera problemas para el suministro de agua (como ocurrió esta semana que debió pararse la planta de Buena Esperanza) y de generación de energía.
La solución que propuso la AIC es la construcción de “una escollera o azud para elevar el nivel del río Neuquén y permitir que las bombas puedan captar el agua”. Su costo sería de 1,5 millones de pesos. Se haría en el Lago Los Barreales. De allí también se provee de agua la población de Cutral Co y Plaza Huincul, pero la obra sería para captar agua para las represas.
En una reunión encabezada por el vicegobernador provincial, Rolando Figueroa, el subsecretario del área a nivel nacional, Horacio Carvalho, dijo: “Se avanzará primero con obras para la provisión de agua potable en el Norte de la provincia, que es la zona más afectada por la sequía”. Y agregó: “También hay que iniciar una campaña de prevención de incendios y uso racional del agua potable”.
Asimismo, respecto de la producción de energía, el representante de Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), Elías Sapag, aseguró que “las recargas subterráneas no se han producido por la falta de nieve y de lluvias”, indicó Sapag. Desde la AIC, además, se planean obras para la captación de agua del Lago Los Barreales para Cutral Co. “Las poblaciones de aguas abajo de las represas tienen agua almacenada en los embalses para el riego, el consumo y la generación de energía. Pero aguas arriba estamos lamentando la situación”, dijo Sapag.
Más allá de la escasez de agua, aún quedan reservas en los embalses de Piedra del Águila como Alicurá, con capacidad de atender un pico de demanda energética de ser necesario.