María Argentina Zúñiga, madre del trabajador Héctor Miño asesinado en enero de 2014 en el cargadero municipal acompañó la instancia de suspensión y destitución de Juan Carlos Giannattasio y celebró la remoción de su cargo. “Se lo merece porque nunca hizo nada”.
Pasados 3 años y un mes del homicidio en manos de un compañero de trabajo, Zúñiga admitió que su familia no solo quedó excluida de cualquier tipo de atención por parte del poder Ejecutivo de Plaza Huincul, sino que la ART no dio respuestas eficientes al caso. “No hubo ninguna asistencia, a los menores le dieron 3 mil pesos por 5 meses, pero cuando se hizo el juicio penal le preguntaron a la abogada del municipio si habíamos sido asistidos y ella admitió que no nos dieron nada” contó.
Su muerte se dio en hora y lugar de trabajo, pero “en el primer llamado que hice a la ART me dijeron que no podían hacer nada porque mi hijo no estaba denunciado como muerto” dijo y aclaró “no responsabilizo a Giannattasio por la muerte de mi hijo, pero reprocho su acción y como actuó, no se acercó nadie a nosotros”, sin embargo “Giannattasio asistía al asesino de mi hijo con un monotributo a nombre de su hermano. Eso hace Giannattasio, asiste a los asesinos y no a las víctimas. Quiero que se haga justicia y si la ART no se hace cargo, que lo haga el municipio” manifestó.
Tras la última lectura del tribunal de Sentencia esta mañana donde quedó fija la destitución del intendente de Huincul, Zúñiga y su familia exigieron nuevamente las pancartas en pedido de justicia y remarcó “me alegro de que lo saquen porque se lo merece, sacando la muerte de mi hijo, yo vivo en barrio Norte y vivimos en la cloaca, este tipo nunca hizo nada”.