El antiguo edificio creado por YPF será demolido casi en su totalidad para dar lugar a nuevas instalaciones para la escuela 133. El establecimiento aguarda aún por una definición oficial para iniciar el ciclo lectivo 2017 en otro espacio.
Los problemas edilicios no son tema nuevo en la escuela primaria de barrio Uno en Plaza Huincul pero la situación desbordó en 2016 cuando fue necesaria la implementación de aulas y baños tráiler y detectaron riesgos de derrumbe a raíz de que parte del terreno comenzara a ceder. Tras varios idas y vueltas la decisión final fue demoler parte del edificio y construir uno nuevo en una obra que fijaba un plazo de 8 meses de ejecución, aunque en términos reales, las instalaciones no podrán usarse para el dictado de clases hasta el 2018.
A poco más de una semana del inicio del ciclo lectivo 2017 continúa la incertidumbre de saber cuál será el espacio destinado al funcionamiento de la escuela 133, ya que si bien hubo anuncios de un posible traslado a la ex escuela 123 de barrio Central -hoy centro de capacitaciones dependiente del municipio- no hay un decreto o firma que lo certifique.
La intención de la institución es no separarse en distintos edificios y su currícula lo justifica, cuenta con un promedio de 300 alumnos repartidos en ambos turnos y solo requiere de 8 aulas para su funcionamiento.
Si bien no es una garantía iniciar las clases el 6 de marzo, el equipo directivo espera destrabar la situación lo antes posible para no retrasar demasiado el inicio de año.