El diputado parlamentario por el Mercosur, Ramón Rioseco participó de una charla junto al secretario de Solidaridad de la Embajada de Cuba, Leogel Delgado Rodríguez, en la cual se debatió sobre la actualidad por la que atraviesa el Parlamento del Mercosur y sus países miembros.
“El Parlasur se encuentra en pleno proceso de reorganización. Está muy vapuleado por los gobiernos de derecha, que concretamente no quieren que no haya un parlamento en Sudamérica”, dijo Ramón Rioseco, y criticó “la falta de falta del apoyo de los presidentes de Argentina y Brasil”, dos de los países centrales del bloque regional.
“Hay una clara intención de dividir al Mercosur, pero nosotros creemos que hay que debemos fortalecerlo, promoviendo políticas culturales y económicas que sean integradoras y beneficiosas para toda la región”, aseguró.
En el marco del encuentro diplomático, Rioseco recordó que la creación del parlamento con sede en Montevideo “fue una decisión de los gobiernos progresistas en pos de la organización del Mercosur, para que en este 2017 todos los países tengan sus representantes elegidos a través de voto popular, aunque actualmente sólo sesionemos parlamentarios de Uruguay, Paraguay, Bolivia y Argentina”.
“Por eso es que chocamos radicalmente con la visiones neoliberales de libre mercado que tienen tanto (Mauricio) Macri como (Michel) Temer, de una forma muy particular; y el Parlasur es un reflejo de la división que hay en Argentina y en Brasil”, añadió.
En cuanto a los temas que tomaron más relevancia en el Parlamento del Mercosur, destacó la intención de que “se le tome juramento en la cárcel a Milagros Sala, porque nosotros entendemos que esta injustamente detenida y no conseguimos los votos necesarios para hacerlo”.
En ese sentido también detalló la resistencia de Venezuela que pudo ser expulsada del Mercosur, por la crisis que atraviesa, “profundizada a partir de que E.E.U.U. logró el autoabastecimiento energético y cayera el precio internacional del barril de petróleo”.
A su vez, para explicar este proceso de transición del Parlasur, el diputado se remitió al Parlamento de la Unión Europea, “que tardó 50 años para lograr el funcionamiento que hoy tiene, y más allá de la crisis por la que atraviesa, logró trabajar en normativas aplicables a todos los países”.