Los concejales aprobaron ayer una ordenanza que busca prevenir y sancionar el acoso en los espacios públicos. Para las mujeres los halagos implican que son juzgadas por su físico en público y refuerza la idea machista de que la mujer está en el mundo para “alegrar” la vida del hombre.
Todavía no está reglamentada la ley que también fuera presentada y aprobada en la Legislatura de Neuquen. Pero es un avance que se prevea multas y trabajo comunitario a quienes “hostiguen, maltraten, intimiden y afecten la dignidad, el libre tránsito y el derecho a la integridad física o moral de niños, niñas, adolescentes y mujeres”.
En Cutral Co la norma la presentó Carolina Alarcón (FYPN). La concejala explicó que lo propuso “en respuesta a las necesidades que plantean los vecinos, las mujeres sobre todo con quienes yo estoy trabajando desde hace muchos años, me parece que es muy importante y hay que darle el valor que tiene”.
¿Por qué es machista el piropo?
Porque las mujeres no están en una vidriera para la evaluación de los hombres, son personas, más allá de sus cuerpos. Porqué no está bien dividir el mundo entre “bellos” y “feos”, en este caso bellas y feas. Porque la mujer que camina por la calle no es “un premio” para los hombres que se cruzan con ella, es una persona.