La semana pasada relatamos cinco historias de fantasmas, que son las más conocidas, pero como siempre nuestros lectores nos aportaron más datos. Así que acá está la segunda parte
Edificio de la UTN en el barrio Uno
Las instalaciones fueron cedidas por YPF luego de muchos años de ser utilizadas por la petrolera estatal, así que su actual uso no se relacionaría con este espíritu que la habita. Se asegura que es un hombre, que solamente deja ver su sombra y escuchar sus pasos. Un dato más, cada vez que aparece se percibe claramente perfume de rosas.
Cuartel de bomberos
En los galpones y áreas de servicios de los bomberos voluntarios se escuchan muchas historias de fantasmas, de antiguos integrantes que regresan, nostálgicos porque ya no están en servicio o porque les divierte asustar a los nuevos. Cierto o no, las horas de descanso en la guardia no son muy tranquilas.
Planta alta de la escuela 63
Como contamos de la escuela 137, quienes han sido parte de la comunidad educativa de la escuela en el barrio Belgrano o hay realizado allí alguna actividad, aseguran que las puertas se cierran solas, que se escuchan ruidos como si se acomodaran los muebles pero además, en la planta alta aparecieron imágenes difusas, no sólo una sino varias almas en pena.
Dos más que dan miedo…
Con la inauguración del Parque de la Ciudad la zona cercana al aeropuerto de la ciudad volvió a estar concurrida. Durante toda la jornada no hay problemas, pero de noche… En ese sector ocurrió uno de los crímenes más horribles que recuerde la comarca petrolera, un hombre y sus hijos fueron asesinados con un cuchillo, a manos de la mujer que era madre y esposa de las víctimas. No son pocos los que aseguran que los espíritus de los tres aún están por el lugar, y que se dejan ver de vez en cuando por el parque.
Y por último, nos contó un vecino que vivió en una casa fantasma. Dijo que la compró en el 2003, que está en la calle Mendoza del barrio Centenario y que cuatro años después la vendió porque fue imposible vivir allí. ¿Qué les pasaba? Todo el tiempo se les aparecía el espectro de un niño de siete u ocho años, que habría sido asesinado allí. “La casa estuvo abandonada veinte años antes de que la compráramos y apenas nos mudamos veíamos al nene, las cosas se movían solas, las luces se prendían y se apagaban, no se podía vivir, nos tuvimos que mudar”, nos confesó el vecino. Da escalofríos.