Por razones políticas e históricas, en las estadísticas oficiales, las comunidades de Cutral Co y Plaza Huincul siempre aparecen separadas, pero para quienes viven en la comarca, las distinciones son mucho más difusas.
Es un hecho que cuando se trata de población, siempre se menciona que viven aquí 50 mil habitantes. Esta realidad queda demostrada en el último censo habitacional realizado en 2010, cuando quedó reflejado que en conjunto las dos ciudades están muy cerca de ese número (suman 49697 personas). Pero surge allí la pregunta ¿por qué siempre somos 50 mil?
Las estadísticas de los Registros Civiles de ambas localidades demuestran que nacen en estas localidades 1600 personas aproximadamente por año, en diez años serían 16 mil nacimientos. Se mueren unas 400 personas por año, es decir 4000 en diez años. El crecimiento vegetativo debería ser de 12 mil personas aproximadamente, si no hubiera migraciones.
Si se compara las estadísticas de 2001 y las de 2010, en Cutral Co viven 2167 personas más (un 6% de aumento) y en Plaza Huincul son 1260 (un 11%), es decir poco más de 3400 entre ambas, lo que quiere decir que se fueron de Cutral Co y Plaza Huincul más de diez mil personas en la década considerada.
Uno de los objetivos de la gestión de Ramón Rioseco y luego de su hermano José Rioseco, es evitar esa fuga de habitantes, por ello apuntaron a la capacitación universitaria en la localidad. Es decir, que los jóvenes se queden a estudiar en Cutral Co y no migren. También se apuntó a otro aspecto, el económico, que se relaciona con la generación de empleo fuera del petróleo, con el polo tecnológico. Ese proyecto todavía no da resultados en cuanto a la retención de población. En Plaza Huincul no hubo una planificación en los diez años considerados para retener a los habitantes, objetivo que se planteó en su momento Alberto “Tucho” Pérez, con su frase “van a sacar número para volver”, luego de la importante migración ocurrida en la década del 90 por la privatización de YPF.
Pero hay un aspecto que no se considera lo suficiente y es la migración constante de adultos mayores. Generada por la primera migración hacia lugares de estudio, son muchos los ancianos que se quedan solos en Cutral Co y Plaza Huincul, o que tienen algunos hijos aquí y otros lejos, pero optan por vivir con los que están en las grandes ciudades por la atención médica.
Los servicios de salud privados y públicos no son especializados ni suficientes, es decir que muchos abuelos terminan viajando dos o tres veces por semana a Neuquén en búsqueda de atención médica. Si tienen sus hijos allá, muchos optan por mudarse para evitar el desgaste continuo.
Finalmente hay que considerar que no hubo una política municipal clara para la captación de nuevos habitantes, que el petróleo producía sin que hubiera que esforzarse pero que ahora reciben Rincón de los Sauces y Añelo. Un paso fundamental en ese aspecto es contar con mejores servicios como educación (hace falta escuelas privadas) y culturales.
En el último censo, Cutral Co mantuvo su estatus de segunda ciudad de la provincia en cuanto a habitantes, pero ese lugar está en peligro, solamente creció el 6% en población en los últimos diez años mientras que Centenario y Plottier lo hicieron en el orden del 19% y el 32% respectivamente. Los que más crecieron fueron Villa Pehuenia (87%), Rincón de los Sauces (73%), Añelo (48%) y Villa La Angostura y San Patricio del Chañar (43% ambas)
Por Cecilia Soberon