Se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento de primer obispo neuquino, monseñor Jaime Francisco De Nevares. La figura del obispo emérito es recordada por su fuerte compromiso con las causas sociales y la defensa de los más desprotegidos.
Don Jaime, acompañó a las huelgas y reclamos obreros; fue el fundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y miembro de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas -CONADEP-. Y creó la Pastoral de Migraciones, la Pastoral Social y la Pastoral Carcelaria.
Además, fue convencional constituyente por la provincia en la convención de 1994 que reformó la Constitución Nacional, hasta que renunció. Es recordado como un referente y un férreo defensor de los derechos humanos en toda su expresión.
En la comarca petrolera, lo recuerdan desde la biblioteca Valentín Sayhueque como uno de sus impulsores.