En estos días especiales se generan muchos sentimientos en las múltiples familias que existen hoy. Pero también es un tiempo que puede servir para reflexionar. ¿También hay que saludar a las madres que hicieron de padres?
Para muchos hoy es día de tristeza, porque sus padres ya fallecieron, para otros es un día para recordar el desamparo porque sus padres no fueron buenos padres o porque directamente no los conocen. Y para otros es un día de amor, de amor fraternal que no se puede reemplazar.
Y ese es el punto, a mi me tocó (también elegí) criar a mis hijos sola, y en estos días escucho que me saludan “porque fuiste madre y padre”. Y me da un poco de vergüenza. No porque haya criado a mis hijos sola, sino porque no quiero aceptar el saludo.
Un día, cuando me separaba, un hombre sabio me dijo “hacete cargo de tus responsabilidades, de ser madre, porque de las responsabilidades de ser padre debe hacerse cargo el padre”. Y creo que es así. No hay manera de “ser padre y madre”.
El vacío del que falta no se puede llenar. Estará allí, vacío hasta que lo llene quien debe llenarlo. Y si ya no está, si murió, habrá que aprender a vivir con el vacío. Se puede vivir así, con un vacío sin llenar, e incluso se puede ser feliz. Salvo en estos días, en el que la nostalgia, la tristeza, juega una mala pasada.
Así que feliz día del padre, a los que tienen hijos porque quieren tenerlos, a los que resignan descansos y diversión para cuidarlos, a los que se vuelven aburridos y serios solamente para que los hijos tengan una guía clara de qué está bien y qué está mal, a los que se sienten bendecidos por ser padres.
Por Cecilia Soberón