Después de una semana marcada por la tragedia de Florencia Urrutia Neira, la joven fallecida en un accidente, cabe la reflexión sobre el control del tránsito.
En la misma manzana, aunque en diferentes cuadras, ocurrieron dos accidentes con víctimas fatales. El ya mencionado de Florencia y el que se cobró la vida de Juan Carlos “Corcho” Contreras.
Aunque no se puede hacer una generalización, lo cierto es que el asfalto en la zona hizo que se transitara a más velocidad. Las calles son todas de doble sentido y en general no tienen mucha circulación de automóviles, peatones, motociclistas o ciclistas. Pero la confianza que hace decir “nunca viene nadie” también provoca que no se frene en la esquinas y se generen accidentes.
Algo similar ocurrió en el barrio Unión, sobre todo en la calle Canal de Beagle, donde fue necesario instalar limitadores de velocidad. En aquel momento el director de Control Urbano, Walter Butarelli, se negaba a la instalación de limitadores porque en su opinión solamente generaban que los accidentes se mudaran de lugar. Pero las estadísticas de accidentes sobre Canal de Beagle e Independencia disminuyeron considerablemente.
Los vecinos de Unión organizaron una protesta, que incluso llegó al corte de la calle, hasta conseguir los limitadores. Antes había fallecido un joven motociclista y una mujer estuvo grave tras otro accidente en moto.