La espiral de violencia que se vive en algunos barrios crece gracias al “código callejero” que acusa de “buchón” al que radica una denuncia. Muchas veces las víctimas no son del ambiente delictivo pero no quieren denunciar por medio a una represalia mayor por parte del agresor.
Los casos se repiten semana a semana pero sólo se inicia una investigación de oficio cuando se trata de un herido de gravedad. En el 70% de los casos las víctimas deciden retirarse por sus medios del hospital y sin radicar denuncias.
En la última semana hubo 3 lesionados en hechos dudosos y sólo uno de ellos se limitó a dar algunos detalles respecto al incidente en que fueron lastimados, pero se estima que entre 2 y 3 lesionados de cada 10 decide denunciar los episodios, mientras que los demás deciden guardar silencio y en otros casos tomar justicia por mano propia, dando pie a una cadena que desde hace años genera una lista inagotable de hechos violentos con el uso de armas.
El comisario mayor Crisóstomo dio cuenta de 3 casos en los últimos días, un apuñalado por la espalda, uno en la axila y otro herido en la cabeza con un objeto contundente, sólo el segundo identificó a los autores y denunció pero no mencionó pormenores del caso. “Cuando las lesiones son graves se hace una investigación de oficio, pero cuando no revisten gravedad se hace un informe y Fiscalía determina los pasos a seguir” informó el uniformado y agregó “si después de un tiempo la persona no da más información la causa queda archivada”.
Desde 2014 a la fecha la comarca afrontó poco más de 30 muertes violentas en enfrentamientos armados y con muchas investigaciones que continúan en curso o sin resolver.