Entre las múltiples observaciones del Tribunal de Cuentas (que no es judicial) sobre la gestión de Juan Carlos Giannattasio en 2015, se menciona miles de pesos del ENIM que fueron transferidos a cuentas del BPN y el banco Nación y no pudieron ser rastreados.
El Tribunal de Cuentas elevó presentó la rendición del Ejercicio 2015 donde se detallan todas las operaciones que permanecen bajo la lupa. Desde empresas fantasmas con un domicilio único como proveedoras hasta créditos pedidos al ENIM aplicados a destinos que no fueron especificados.
Respecto a los fondos recibidos del ENIM, el Tribunal detectó “aplicaciones que no cumplen con el destino especificado” y mencionaron los gastos en mantenimiento de escuelas, de eventos deportivos, ayuda social, la ampliación del Corralón Municipal, pagos a personal contratado y otros gastos corrientes, pero agrega las transferencias bancarias a otras cuentas de Banco Nación y BPN por cientos de miles de pesos que resultaron imposibles de rastrear para determinar a qué fueron destinados.
La revisión del ejecutado 2015 ratificó todas las irregularidades vistas a principios de este año en la denuncia impulsada por los legisladores de la oposición, el proceso del juicio político y el sumario administrativo que fue aplicado a Juan Carlos Giannattasio en el último año de su primera gestión en la ciudad.
Los proveedores inexistentes o dados de baja desde AFIP y la Dirección Provincial de Rentas; nombres repetidos en los concursos de acreedores, que además vendían los productos al municipio en montos irracionales; y créditos solicitados para un fin pero aplicados en otros, son parte del extenso informe que complementa a la investigación y que reabrirá el debate político en Plaza Huincul.
El informe menciona entre las “Aclaraciones Especiales” las compras a Rentaquen SRL, cuyo único cliente durante todo el año fue el municipio huinculense. La empresa de Carlos Solé se postulaba junto a INCASE SRL y Giménez Carlos Eduardo, y siempre resultaba ganadora para la venta de, llamativamente, diversos rubros que incluían maderas, materiales de construcción, electricidad, viveros, insultos quirúrgicos, electrodomésticos y semáforos, entre otros. La diversidad de rubros de Rentaquen carece de sentido, sumado a que no cuenta con un domicilio real según información aportada por AFIP (detallada en la factura como Casilda N°150 de Neuquén capital, donde no existe tal empresa).
Por su parte Carlos É. Giménez cuenta con impuestos con baja por oficio y está inscripto como “Prestaciones relacionadas con la construcción NCOP” y “Recepción de apuestas en casinos, salas de juegos y…”; mientras que INCASE figura como “Construcción, Reforma y reparación de edificios residenciales” y “Servicios relacionados con la construcción”. Sin embargo las tres presentaron ofertas por la venta de maquinarias, medicamentos, uniformes para el personal, etc.
A esos casos se suman las adquisiciones y contrataciones por encima del monto permitido por el Decreto Provincial N°005/2015 (que fija un monto de 50 mil pesos); las retribuciones de ingresos brutos que no fueron depositadas; la deuda por $1.425.037,50 a D.G.I. ART; la revisión de los contratos a proveedores para provisión de personal y a aquellos en situación fiscal irregular.
Tras la aprobación, el Tribunal de Cuentas remitió la Rendición a Giannattasio y los funcionarios Gustavo Suárez (secretario de Gobierno), a la secretaría de Hacienda y Administración, y al Concejo Deliberante.