Luego del reclamo de los vecinos del barrio Peñi Trapun sobre el estado de la sede, el presidente Miguel Puel explicó que existe un compromiso de parte de la dirección de Vecinales para dar solución, aunque depende de los tiempos administrativos. Por lo pronto el edificio tiene actividades suspendidas.
“Estuvimos reunidos y quedamos en un mutuo acuerdo para solucionar todo” señaló Puel que remarcó que en el encuentro con el director de Vecinales, Jorge Rivera, participaron los padres y la docente a cargo de las clases de apoyatura escolar, que fueron los que concentraron la protesta. Según el vecinalista, las heladas de la semana anterior provocaron daños irreparables en las cañerías y desde entonces están sin agua, por lo que decidieron suspender todas las actividades y talleres, pero “hicimos el reclamo y se pidió todo nuevo, cañería y tanque, ahora hay que esperar” remarcó.
Por otra parte sostuvo que “hay cosas que son muy necesarias, pero se están haciendo las gestiones y ahora tenemos que tener paciencia”; y agregó que “estamos trabajando bien, se consiguieron muchas cosas como el freezer para el funcionamiento del banco de leche, un termotanque y la iluminación sobre calle San Juan Bosco”.
Por último señaló que cuando logren conectar el agua otra vez, anunciarán el reinicio de las actividades.