La caída del pino que afectó a tres hogares del antiguo campamento petrolero encendió la polémica respecto a la continuidad o no de los pinos y árboles antiguos que son una postal de Plaza Huincul.
El temporal del último martes dejó múltiples daños en la comarca petrolera, pero uno de los más significativos fue la caída de raíz de un pino de más de 60 años de antigüedad. Por su tamaño aplastó por completo dos habitaciones de una vivienda, pero generó múltiples daños en los cimientos otras dos casas vecinas que permanecen con riesgo de derrumbe.
Otros árboles grandes cayeron y algunos tantos tuvieron que ser podamos de urgencia para evitar más complicaciones. Ahora, algunos de los vecinos analizan la posibilidad de quitarlos y buscar otra manera de forestal la zona, aunque retirarlos no sólo atentaría contra la estética característica de la barriada, sino que eliminaría uno de los principales pulmones verdes de Plaza Huincul.
Desde la comisión vecinal, Silvia Casimino explicó que “a nadie le gusta sacar árboles, los pinos fueron plantados hace casi 60 años y tienen poca raíz por el sueño rocoso. No es una planta recomendable para poner acá”, consideró, aunque remarcó que “deberíamos cambiar de forestación y poner otro tipo de árboles”.
Sin embargo el barrio aún se muestra golpeado por los restos del temporal y todavía no lograron definir si harán algún tipo de exposición o reclamo ante las autoridades de la ciudad. El pronóstico anuncia la continuidad de vientos leves, aunque el frente de aire frío continúa en la zona y el clima es inestable.
En cuanto a los principales damnificados por la caída del árbol, se supo que fueron hospedados primero en la sede barrial y luego el Ejecutivo los asistió con una vivienda de alquiler. La casa deberá ser reparada en su totalidad en la zona del impacto.