En los últimos días Abel Pintos se conectó con su pasado en la comarca petrolera a través de un video de su infancia. Y justo realizó dos recitales en Neuquen.
En uno de ellos un productor local de chocolates consiguió acercarse hasta el artista, que ahora ha conseguido fanáticos a nivel internacional pero sigue siendo muy amable. “Le llevé una muestra de nuestros chocolates artesanales”, contó el productor cutralquense, que además se trajo una foto para el recuerdo.