Giselle Tapia, la joven mamá que esperaba un transplante, recibió su corazón y se recupera favorablemente.
Luego de varios días de muchos nervios y preocupación, la familia de Giselle pudo contar que el pasado martes 26 de septiembre se realizó la operación de transplante.
Su marido contó que a las 12,30 entró al quirófano y no salió hasta pasadas las 20,30. “Fueron las peores horas de mi vida, no sabía que podía pasar, después de las 22 me avisaron que todo había salido bien y que podía verla cinco minutos”, relató, emocionado.
Pasaron varios días desde aquel momento. “No comentamos nada de esta situación por pedido de Gise, decidimos que sólo lo sabrían la familia y algunos amigos, ya que sabíamos por los médicos que la semana posterior al transplante era crítica, el cuerpo podía aceptar o rechazar el corazón”, comentó pero afortunadamente han pasado seis días “y Gise está estable, ya sin el ecmo (que ayudaba a su corazón y con menos drogas) es cuestión de tiempo para que esté recuperada.
Después de que se conociera su caso, la familia de Giselle recibió apoyo de seres queridos, amigos y también de la comunidad toda. “Seguimos agradeciendo cada una de las oraciones que en su nombre se dijeron- Dios escucha-, a los familiares y amigos que día a día escriben o llaman preguntando por ella, y a la excelencia profesional de los médicos y enfermeros de la Fundación Favaloro. Gracias a todos y recuerden que los órganos no van al cielo, salvan vidas”.