La joven mamá de Plaza Huincul ya no está internada, llegan buenas noticias desde Buenos Aires.
Giselle Tapia hace unos meses disfrutaba del nacimiento de su segundo hijo pero luego le detectaron una afección cardíaca que la dejó con una única posibilidad de salvarse, el transplante. Luego de viajar a la Fundación Favaloro y recibir el órgano que alguien le donó, Giselle se recupera. Pero no será fácil.
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“Me dieron el alta
Y agregó “mi mejor regalo del día de la madre fue volver a vivir. Agradezco al ser que me lo envió. Lo voy a cuidar mucho. Con el tiempo voy a poder volver a mis actividades normales pero por un tiempo voy a estar en casa guardada. Cuando vuelva los espero por casa al que quiera ir a visitarme. Mil gracias a todos