Este texto fue enviado por la firmante al Consejo Provincial de Educación.
Mediante la presente me dirijo a Ud. y, por su digno intermedio, ante quien corresponda con el propósito de plantear la siguiente situación: previo al inicio de inscripciones para primer año del nivel secundario, me acerco a la institución Epet nº 1 de la Ciudad de Cutral Cò y me entrevisto con la regente de cultura general la Sra. Clara Sepúlveda y le manifiesto que mi hijo Ciro Aguirre Rivera es paciente oncológico de por vida desde el año 2008. Entonces la regente me comunica que la inscripción bajo prioridad 1 es el día lunes 23 de octubre y que mi hijo elegía el turno para la cursada. Dejándome en claro que debía presentar toda la documentación requerida más el certificado de salud o el de jucaid, entonces le aclaro que esta última entidad no ampara a personas con enfermedades oncológicas, solo con discapacidad; entonces ella me afirma que solo con el de su medica oncológica se justificaba la inscripción.
El día 23 de octubre, me acerco a la institución a primera hora para realizar la inscripción y otra regente de cultura técnica, me dice que debo dirigirme a quien se responsabilizó de dicha inscripción porque mi hijo no está contemplado en prioridad 1.
Habiendo recibido dicha respuesta, me dirijo a la supervisión para poder contactarme con la señora supervisora, profesora Andrea Hulskem , me informan que no se encuentra en la zona, pero me facilitan un teléfono para comunicarme con ella.
Como docente, me acerco al gremio de Aten, que me representa como educadora; para solicitar ayuda. Desde aquí me comunico telefónicamente y le comente la situación antes mencionada a la supervisora, quien expresa : “ que no le importa lo sucedido años anteriores con las supervisoras anteriores, ella como actual supervisora me deja en claro que mi hijo no es discapacitado y no se contempla en prioridad 1…” y agrega: “ voy a llamar a la directora de la Epet y le voy a decir que no inscriban a tu hijo porque no es prioridad 1” a lo que yo le respondo: “ que tengo toda la documentación necesaria que justifica que mi hijo es de por vida un paciente oncológico, extendido por entidad privada clínica San Lucas y medica oncóloga Dra. Alejandra Cedola que trata en forma permanente a Ciro”, a lo que responde: “no me importa, no es niño con discapacidad y no tiene certificado del jucaid o equipo técnico”.
Aproximadamente a las 13:30 regreso a la institución, para que la regente se haga cargo del gravísimo error que cometió. Me atiende de forma individual y me labra un acta redactada a su criterio, solicito la presencia de la Sra. directora, y Sepúlveda me manifiesta que no está en la institución porque debía asistirá a una reunión, ya que el día 24 asistiría a la localidad el sr gobernador a participar del acto por el aniversario de la ciudad y a inaugurar un playón en la institución. Me dice que regrese a las 18 para retirar copia del acta.
Nuevamente regreso al gremio aten para solicitar apoyo y me atiende una representante quien me acompaña a la institución para dialogar con algún referente. En este caso nos recibe la Sra. directora Marita Molina, y expresa de muy mala forma. “ ¿¡otra vez estos papas, no les solucionaron el problema?!” y le respondo: “no, nadie se hizo cargo de la desprolijidad y manoseo que sufrió mi hijo”, respondiéndome que: “recibió directivas de la supervisora por eso no lo podían inscribir”. Le comento que en los niveles anteriores (inicial y primaria) se lo contempló en esta prioridad, y ella responde “que no le interesa como se manejan los otros niveles, yo como directora de esta institución respeto las normativas que llegan”. Pido la presencia de la regente Sepúlveda; para que se haga cargo de sus palabras, quien se acerca y no expresa palabra alguna, retirándose de la reunión sin reconocer su compromiso ante dichos, sin regresar.
Viendo que no encuentro solución favorable a el pedido para que mi hijo estudie en esa institución, luego de tanto manoseo, burocracia y discriminación, solicité una copia del acta, a lo que la directora impone que realice una captura con mi celular, entonces le respondo que no es la manera de manejarse, le exijo una copia con firma de ella y me dice que ella no hizo el acta, entonces, reitero; quiero copia con su firma ratificando el documento.
Otra vez observo la mala predisposición y conducción de la Sra. directora Marita Molina, me retiro en compañía de la representante del gremio quien fue testigo de la mala atención y desenvolvimiento en sus tareas por parte de la directora y regente.
Ante tal situación, me desespera que mi hijo no tenga un banco en una institución educativa, entonces me dirijo a la Epet 10, le comento la situación a los directivos y me dicen que la fecha para inscripción por radio escolar ya fueron (Ciro asiste a una escuela primaria en la ciudad de plaza huincul) que lo que ellos pueden hacer es dejarlo en lista de espera. Le respondo que no fue culpa mía que se hayan pasado las fechas, sino de la regente de la Epet 1 quién me aseguro un lugar en esa institución y ahora no se hiso cargo de nada, por eso Ciro esta sin lugar.
Ahora cabe reflexionar, donde quedan los derechos y convenciones que le asisten a mi hijo. Siendo sujeto de derecho, es el quien me pide como representante, que desea estudiar y capacitarse para que en un futuro no muy lejano pueda ser un profesional en arquitectura. Y ante su pedido es que multiplico su voz a quien corresponda para darle camino a sus sentimientos sus ganas de estudiar, de ser contenido en un establecimiento público.
Quisiera que la problemática que nos atraviesa sea la referencia de otros casos similares, para poder considerar abordar y contener a niños, niñas y adolescentes con historia parecidas, todos sujetos de derechos amparados por la constitución provincial, nacional y convenciones internacionales.
Sin otro particular, a su entera disposición, aprovecho la oportunidad para saludar con atenta y distinguida consideración.
V/C. : Rivera Vanesa Alejandra
DNI 29551716