Cuando Raúl Morales tenía 17 años fue apuñalado por Julio Calfuqueo, otro pibe con el que tenía problemas en el barrio Nehuen Che. Pasó varios días internado y tuvo una lenta recuperación.
Un año después, el 14 de diciembre de 2009, cuando ya tenía 18 años, Raúl decidió tomar venganza. Se encontró con Calfuqueo en la calle Olga Lione, a las 20. Tenía un revolver calibre 22 con el que disparó cinco tiros a Calfuqueo. Uno de los proyectiles impactó en hemisferio occipital izquierdo, el segundo perforó el pulmón izquierdo, quedando alojado en la mesocardio. Además la víctima presentaba orificios en el abdomen, en la base del pene y en el costado derecho.
Cuando los familiares vieron a Calfuqueo en la calle, lo subieron a un auto y lo llevaron al hospital pero había fallecido. Según contaron los testigos en el juicio, que se hizo en 2011, Calfuqueo bebía mucho y además consumía drogas. Todas esas circunstancias fueron consideradas al momento de condenar a Morales, y darle 13 años en vez de 25 años, que es la pena máxima. En el momento de la condena Morales tenía 20 años, hasta pasó seis años preso.
Como había cumplido más de la mitad de su condena, tenía el beneficio de las salidas transitorias. Pero no volvió a la cárcel cuando debía y por ello ayer fue detenido en un procedimiento en el barrio Progreso.