El pasado lunes hubo un fuerte operativo policial en el nuevo sector de la barriada del sur por la balacera sobre una vivienda. Los autores son integrantes de tres familias antagónicas que mantienen un antiguo conflicto. Entre fines del 2017 y los primeros días de este año se vieron involucrados en distintos enfrentamientos armados.
La historia fue repetida. Dos personas cargaron con disparos contra un grupo en el exterior de una vivienda de calle Independencia y la respuesta no se hizo esperar, en cuestión de minutos fue baleada una casa de calle Colón donde viven los que habrían iniciado el conflicto esa tarde. Rara vez los episodios de violencia entre estas facciones son denunciados y las investigaciones caducan sin avanzar demasiado, los allanamientos no prosperan y no es posible dar con datos concretos que certifiquen la participación de las personas señaladas, más allá de que la voz popular los identifica.
El barrio Brentana tiene un historial reciente de violencia con tres víctimas fatales en un año por una disputa de grupos enemigos que se resolvió en el “ajuste de cuentas” por la respuesta ineficiente de las instituciones. Mientras el tiempo pasa, la violencia aumenta y los vecinos temen por el efecto colateral, porque en cada enfrentamiento hay decenas de balas perdidas que, hasta ahora y por fortuna, no causaron daños mayores al impacto sobre la fachada de una casa.
Por ahora el conflicto no parece no acabar y en la barriada hay un estado de alerta casi permanente por los problemas de convivencia entre dos familias, sobre todo por el peligro de que una tercera persona termine herida como la vecina Laura Gutiérrez que murió por una bala perdida