Se resolvió aplicar un incremento del 16% en las tarifas, que estaban vigentes desde inicios de 2017.
Desde la dirección de Control Urbano se informó que a través de un decreto, ad referendum del Concejo Deliberante, se decidió otorgar un incremento sobre todo por el último aumento de los combustibles.
La ordenanza que rige para el servicio otorga dos aumentos al año, pero solamente se había aplicado uno, por decisión de los propios prestadores. Con este nueva tarifa, la bajada de bandera quedará en 22,33 pesos mientras que cada ficha (aplica cada 100 metros) sale 2 pesos. Si un viaje antes salía 60 pesos a partir de febrero saldrá 70 pesos aproximadamente.
La tarifa nocturna es más cara, ya que la bajada de bandera será de 25,35 pesos y la ficha saldrá 3,35 pesos. El incremento se calculó como está establecido en la ordenanza, a partir de los aumentos de combustible. Se calcula a partir de los valores de la nafta que comercializa YPF como infinia. “Estos vehículos tienen un desgaste diferente, tienen que hacer un mantenimiento”, explicó la directora Graciela Sauco.
Se realizó una reunión entre el municipio y los referentes de cada base de taxis y remises para informarles del aumento.