Desde la comisión vecinal aseguraron que no volverá a ocurrir. Una ordenanza municipal prohíbe expresamente la realización de fiestas luego de la medianoche, aún cuando sea una reunión familiar.
Según numerosos vecinos, los ruidos durante la madrugada del domingo fueron intensos y se extendieron hasta las 7 de la mañana. Si bien era un cumpleaños de una joven, muchos asistieron sin invitación y con el pago de un dinero para colaborar con las bebidas.
La música provocó molestias así como el transitar de autos durante toda la noche. Desde el municipio se aclaró que se puede prestar las sedes vecinales para reuniones y festejos pero en horarios diurnos, no nocturnos luego de las doce. Ello es porque las sedes vecinales son propiedad del municipio y no están acondicionadas como salones de fiestas. No tienen construcción ignífuga (que no se prende fuego), tampoco tienen salidas de emergencia y no poseen paneles para impedir que salga el sonido.
La presidenta de la comisión vecinal, Marina Cabezas, pidió “mil disculpas, la verdad nunca pensé podían descontrolarse de esa manera y me comprometo a que no va volver a suceder”.