El partido de la 2003 entre Alianza y Rivadavia terminó en escándalo cuando los reclamos se fueron a las manos. La tribuna no ayudó y el arbitraje tampoco. Hubo golpes y amenazas, pero el partido se jugó completo.
La fiesta del fútbol infantil se vio empañada por el cruce entre los dos equipos de Cutral Co en la categoría 2003, una de las mayores en competencia. Un gol anulado al Tigre y una patada descalificadora a un jugador del Gallo fueron el detonante del escándalo. El partido estuvo suspendido varios minutos por los empujones y tumulto dentro y fuera de la cancha, porque desde la tribuna bajaban insultos y amenazas hacia los pibes de 15 años.
Después de varios intentos por calmar los ánimos, el partido se terminó y fue victoria para Alianza, pero el resultado sólo es anecdótico, porque lo ocurrido empaña el espíritu de una competencia que busca darle rodaje a los más chicos. En ese sentido, algunos dirigentes se animaron a opinar que la Neuquén Cup deberia apuntar sólo a las divisiones menores, a partir de séptima u octava, pero será motivo de revisión para los organizadores.
En una autocrítica, Omar Vielma (dirigente y entrenador de Rivadavia) mencionó “tenemos que seguir trabajando en esto y somos los adultos los responsables de llevar esto a otro nivel y que se comprenda que es un deporte” en declaraciones a FM Fuego.