Los imputados por el homicidio de Javier López fueron sobreseídos hoy y Fiscalía volverá sobre sus pasos para esclarecer la tercera muerte de una seguidilla que inició en 2016 por la venta de drogas en barrio Brentana. El fiscal Terán explicó que los dos hombres acusados “no son los autores”.
La muerte de Javier López ocurrió en mayo pasado y por esa causa fueron imputados Elio Díaz y José Espinoza, señalados como responsables por una única testigo que fue la encargada de llevar a la víctima malherida hasta el hospital local. Sin embargo, “hay un desconcierto debido a que se ofreció una cadena de custodia no correspondiente a la causa que teníamos para resolver, lo cual afectó el derecho de defensa y el principio de defensa del proceso. No voy a ir a juicio con ese tipo de errores”, expuso el fiscal de Ejecución, Santiago Terán.
Según su óptica, “no existió trampa, eso sería delito, lo que hubo fue un desajuste de acople”. Por un error en el proceso, dictaron una cadena de custodia que no coincidía con esta causa y que empañó la instancia. En la audiencia de formulación de cargos programada para hoy, Terán pidió el sobreseimiento de Díaz y Espinoza, pero también solicitó una sanción para Fiscalía (costas) por la falla.
Ahora resta barajar y dar de nuevo. Terán asegura que “la Fiscalía va a continuar en su esfuerzo por determinar la autoría del homicidio” aunque también admite “lo que no se logró al principio, no se logrará después”. En ese sentido remarcó que la causa solo cuenta con una testigo que “es una persona que forma parte del ambiente de la droga” y subrayó “esta es una causa que tiene origen en la droga y arranca un año antes con un asesinato de otro López, primo hermano del que muriera un año después, exactamente un año después”.
Todo comenzó el 23 de mayo de 2016 cuando José y Javier López circulaban en un Honda Civic junto a un tercer acompañante por barrio Brentana. Al llegar a calle Independencia fueron alcanzados por otro vehículo desde donde los atacaron con al menos dos armas de fuego. José perdió la vida por un disparo en el corazón, mientras que Javier recibió algunos disparos, pero pudo salir con vida.
Por ese homicidio fueron culpados Alejandro Pereyra y Rubén Castro. Este último no recibió condena porque fue asesinado meses después, en septiembre de 2016, de cuatro disparos mientras se dirigía a trabajar en su bicicleta. El cuerpo fue hallado en un solar frente a la Rotonda de las Banderas de Plaza Huincul (foto) y el crimen fue considerado un “ajuste de cuentas”. Las sospechas recayeron sobre Javier López, aunque la causa no avanzó debido a la falta de pruebas.
El 22 de mayo de 2017, y en la noche anterior al juicio donde dictaron la condena a Pereyra, Javier López fue atacado con dos disparos en barrio Monte Hermoso, uno de los proyectiles ingresó por la espalda y otro en la ingle. Fue llevado en un auto particular hasta el hospital local y desde allí derivado al Castro Rendón, pero falleció durante la operación.
“Tenemos tres muertos relacionados con la droga de los cuales un juicio terminó favorable a fiscalía con la acusación de Alejandro Pereyra, condenado a 14 años y medio de prisión a punto de quedar efectiva. El consorte de causa quedó sobreseído por muerte (Castro) en un asesinato en Plaza Huincul y es una causa por la que nunca se determinó autoría. En este caso (Javier López) los acusados quedaron sobreseídos por error en la relación de la prueba, no podemos hacer juicio pero eso no significa que no vayamos a seguir investigando para buscar otra línea más coherente de investigación” concluyó Terán.