Un artículo escrito por Mario Chippitelli explica por qué Felipe Sapag, que era comisionado de Cutral Co, decidió cambiar el nombre de la localidad.
En el invierno de 1953 una fuerte nevada dejó a los desamparados pobladores de Cutral Co en medio de la desesperanza y la desesperación. El pueblo tenía solamente 20 años de creado y la condiciones de vida eran muy difíciles. Felipe Sapag era una especie de intendente (en realidad era el presidente de la Comisión de Fomento) y gestionó ayuda.
Encontró muchas puertas cerradas hasta que la Fundación Evita (que funcionaba aunque Eva ya había muerto) “envió un tren con alimentos, ropa, colchones, materiales de construcción y mercaderías para el pueblo. Durante dos semanas, operarios que vinieron de Buenos Aires arreglaron casas y solucionaron los problemas más urgentes”, cuenta el artículo.
Entonces se decidió hacer un acto de reconocimiento, los pobladores hicieron una colecta para comprar un busto y se cambió el nombre de la localidad por el de Eva Peron. Pero en 1955 cayó el peronismo y se volvió atrás con el homenaje.
¿Qué pasó con el busto?
Con el golpe de Estado, los peronistas de Cutral Co decidieron esconder el busto en la Unidad Básica. Hubo un allanamiento para buscarlo y destruirlo, pero no lo encontraron.
Lo escondió un peronista, Osvaldo Santos Valet que en 1973 se lo entregó a Felipe Sapag, que ya era gobernador. Sapag decidió que estuviera en el hall de la Legislatura pero en marzo de 1976 ocurrió otro Golpe de Estado y Felipe lo volvió a esconder. Ese mismo 24 de marzo, el gobernador dio una última orden a sus colaboradores: “Vayan a la Legislatura y traigan el busto de Evita”. La orden se cumplió y la estatuta fue escondida por el propio Felipe en una buhardilla de su casa”, cuenta la nota.
Ahora está en la casa de Felipe, en el lugar donde se levantó un museo con muchos artículos.
Fuente La Mañana Neuquen- Foto archivo de Luis Sapag