Los empleados municipales de Plaza Huincul están con medidas de fuerza desde el viernes, pero se hizo sentir muy fuerte este lunes tanto en el Corralón como en el edificio principal.
Si bien las puertas del municipio están abiertas, en todos los accesos hay un cartel que indica que los empleados municipales están adheridos al paro. No funcionan los diferentes sectores administrativos y tampoco los servicios públicos. Un vecino tenía una pérdida de cloacas en su vereda en el barrio Central y pagó de su bolsillo para que lo repararan porque tiene un negocio y no podían acceder sus clientes por los efluentes.
El paro no es por aumento salarial sino por la aprobación de un crédito para el municipio y que así adquiera nuevos vehículos. La presión sobre los concejales se inició el jueves pasado y luego se decidió un paro de actividades.