Informe especial sobre lo ocurrido hace un año en el barrio Centenario
Pablo Soto y Arturo Sánchez caían muertos luego de recibir dos disparos por parte de su vecino, Jesús “Pelusa” Candia. José Prono salvaba su vida de milagro.
La tragedia enlutó al barrio Centenario esa tarde de sábado. Candia fue detenido a los pocos minutos de haber cometido el asesinato pero ahora se encuentra prófugo, en realidad en estado de rebeldía porque estaba libre a la espera de una sentencia firme.
A un año de aquel hecho, Cutral Co al Instante contactó a Prono y también a los familiares de las víctimas fatales.
Mejor no hablar de ciertas cosas
Jose Prono volvió a su trabajo durante este año. Pudo recuperarse físicamente pero todavía siente que su pesadilla no terminó porque Candia sigue suelto. “Estoy tranquilo, no tengo miedo, pero quiero que lo agarren y se termine todo” manifestó en un breve diálogo.
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Como testigo directo del horror busca recuperarse sin pensar en lo que pasó. “Prefiero no recordar nada de lo que pasó, solo quiero que lo atrapen y cumpla su condena”, afirmó.
Prono fue el sobreviviente del doble homicidio, su reacción al momento del crimen le permitió vivir para contarlo, aunque ese relato sólo quede para su memoria. José fue uno de los primeros en declarar durante el juicio a Jesús Candia por los homicidios de Pablo Soto y Arturo Sánchez y por aquel entonces dijo ante los jueces que estaba “escuchando música, charlando” cuando Candia “entró de repente”.
Al escuchar la detonación giró su cuerpo sobre la silla y cayó al suelo. Los perdigones sólo lo rozaron pero Candia lo dio por muerto y no lo remató, sino que continuó con el ataque sobre sus amigos y luego huyó. “Estaba en el suelo, cuando ví a Candia parado al lado de Soto, con un arma negra larga” relató durante el juicio.
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Las heridas fueron leves y Prono tras dos meses se incorporó a su trabajo con intenciones de dar vuelta la página y cerrar la historia. Sin embargo se cumplió un año de aquel trágico 13 de mayo y, aunque la justicia condenó al responsable por 15 años, no logró restringir su libertad y Jesús Candia sigue en libertad aunque huyendo de la Justicia.
Las cicatrices no estarán sanadas hasta que no haya Justicia
Pablo Patricio Soto era uno de los siete hermanos de esta familia. El mayor de los varones, recuerdan.
“La verdad que nosotros estamos transitando todo esto con altibajos, porque el hecho que éste hombre (por Jesús Salvador Candia) esté prófugo y no lo pueden encontrar, hacen la búsqueda pero no hay resultados, nos pone mal”, dice una de sus hermanas. Habla ella, pero transmite el sentimiento del resto de sus familiares.
El aniversario del primer año los encuentra “sin justicia porque más allá que fue condenado, con 15 años y todo pero no está cumpliendo con eso que le dio la Justicia”.
Su hermana no deja de pensar en que la vida les puso dos golpes duros en muy poco tiempo: la pérdida repentina de su hermano y tiempo después la de su padre, por una enfermedad.
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“Se aproxima esta fecha y pensamos que el 13 (de mayo) lo mataron y eso te pone muy mal y que el 14 para su cumpleaños, lo estábamos enterrando. Eso es muy fuerte”, insiste.
La mujer que al igual que el resto de sus hermanos asistió al juicio, y escuchó la tragedia que les modificó la vida a partir de ese momento, insiste en que se extrañan las cuestiones cotidianas. Hay momentos en que cae en cuenta en que no va a llamar para el cumpleaños, o que no estará en determinadas fechas, entre otras cosas.
Aunque refiere que la condena no les devolverá a su hermano a la vida, podría darles un poco de paz. “Si aliviaría un poco. Necesitamos tener un respiro para seguir adelante. Y estamos luchando para que traten de encontrarlo. Estamos indignados y mal porque no está cumpliendo con la condena”, manifiesta.
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“No somos nosotros de familia violenta y mi hermano tampoco lo era. Nunca fue así”; concluyó. El mayor anhelo es que cuanto antes se encuentre a Candia y mientras tanto, buscan refugio en su fe religiosa.
“Mató una parte de mi”
Arturo Sánchez, tenía 28 años cuando fue asesinado. Era padre y soñaba con terminar la casa que tenía en construcción.
La víctima del doble homicidio de Huincul, tenía una nena de 7 años junto a su pareja, Viviana Flores. Viviana habló con Cutral Co al Instante y contó que todas las semanas llega hasta la Fiscalía para saber si detuvieron a Candia o como ella dice “para solicitar alguna respuesta”.
Los familiares de Sánchez se juntarán en la lugar donde él estaba haciendo la vivienda. También irán al cementerio con los hermanos de Arturo y algunos amigos.
En relación a Candia que permanece prófugo, la joven explica que “ojalá que aparezca porque hacen dos meses ya” y detalla “este señor el 13 de mayo mató una parte de mí. Ver la casa que estábamos haciendo los dos, es muy doloroso”, concluye.
Otras víctimas, más invisibles, de esta tragedia son los hijos de Candia. Ese día perdieron su casa, su vida completa. Todos ellos se fueron de Plaza Huincul. Su lugar de residencia se mantiene en reserva.