Tras el fallo judicial, los usurpadores entregaron la casa
Después de 18 años de lucha, Gloria Yáñez recuperó la vivienda que tenía en Plaza Huincul. Sin embargo, sus últimos ocupantes la dejaron casi inhabitable.
“Gracias a Dios me estoy reencontrado con los afectos en el barrio” contó Gloria mientras limpiaba la cocina de su hogar. En el año 2000 tuvo que dejar la ciudad en busca de trabajo y al cuidado quedó una joven vecina que luego se negó a devolverla. Así, el hogar del barrio Universitario de Plaza Huincul estuvo casi dos décadas usurpado y hoy luce en total estado de abandono.
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Pese a las condiciones, Gloria no bajó los brazos e insistió en el reclamo por recuperarla y fue así que la Justicia obligó a los ocupas a abandonarla el pasado 14 de mayo. Gloria volvió ese mismo día y desde entonces sólo tuvo tiempo de abocarse a la limpieza para recuperar lo que supo ser su hogar; y llevar hasta allí a su hijo Juan José, que padece una discapacidad por un síndrome genético.
“Algunos vecinos me están ayudando, traen comida caliente” relató y agregó que “la casa quedó inhabitable. Está todo roto y se llevaron las ventanas y las puertas. Estamos empezando de nuevo”. Dentro de la casa de pueden ver paredes y techos dañados con humedad, sarro, muebles destrozados y conexiones deficientes que resultan peligrosas.
Pese a eso, Gloria señaló que su familia está dispuesta a trabajar para recuperarla y poder darle un techo propio a su hijo. Al mismo tiempo, agradeció por “todo el afecto de la gente que pudimos cosechar por esta situación”.