La fiscalía le formuló cargos hoy por lesiones gravísimas, tras provocar la pérdida de un ojo en un joven
La investigación de inició horas después de que Cristian Albornoz recibiera un disparo que le dejó el glóbulo ocular al descubierto. Fue el 27 de febrero cerca de la plaza del barrio Progreso. Pericias posteriores corroboraron que la herida la provocó un disparo policial.
Tres meses después, la fiscalía acusó formalmente a Ivan Galván, uniformado de la policía del Neuquen, por lesionar a Albornoz y provocarle una discapacidad.
¿Por qué disparó la policía?
El 27 de febrero tuvo una tarde violenta. Hubo un enfrentamiento armado en el barrio Brentana que se trasladó hasta el barrio Progreso, más precisamente a la plaza, con el peligro que ello implicaba para las personas que circulaban por allí. Dos de los delincuentes circulaban en una moto.
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La policía, en ese operativo, advierte que Albornoz y un acompañante entran a una vivienda, en moto. Creen que están involucrados en el tiroteo y quieren demorarlos. En esas circunstancias es que realizan disparos con armas antitumulto, una de ellas impacta en Albornoz, más precisamente en su ojo.
La familia luego sostendría que el joven venía en moto pero no tenía nada que ver con el tiroteo y que ya estaba dentro de su casa cuando fue agredido por la policía. Contaron hoy que hace poco cuenta con una prótesis ocular que deberá usar toda la vida. Y que ahora es aún más difícil conseguir trabajo por esta lesión.
La Fiscalía formuló cargos por lesiones gravísimas, ya que se generó una discapacidad permanente en la víctima. Fue la primera audiencia, luego vendrá el tiempo de presentación de pruebas.