De lunes a viernes preparan viandas para vecinos del barrio y zonas aledañas que las retiran o comen en la sede del barrio.
Con el porcentaje en aumento de personas por debajo del índice de pobreza, los comedores y merenderos comunitarios reflotaron y cada vez son más las personas que concurren en busca de un plato de comida. “Lo hacemos todos los años a partir de marzo y es un trabajo arduo. Los vecinos que lo necesitan son muy bien atendidos todos los días” sostuvo Miguel Puel, presidente del barrio Peñi Trapun.
Mónica Vázquez, Victoria Garrido, Elva Jara y Franco Díaz son los encargados de elaborar a diario las ollas populares de donde salen las decenas de viandas. Ellos trabajan por el programa de Plus del municipio y de lunes a viernes cocinan para unas 70 familias del barrio y la zona oeste de Cutral Co.
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La cantidad de personas que acuden al centro vecinal por comida aumentó casi en un 50% respecto al último año y visibiliza la problemática social. Muchos comedores de escuelas, iglesias, sedes vecinales o agrupaciones sin fines de lucro reabrieron sus puertas y suman en concurrencia. Algunos, incluso, no dan abasto y buscan apoyo para elaborar más porciones por la demanda.