Las convocó el Tejetón, actividad solidaria en el que se tejen cuadrados para formar mantas que luego son donadas.
Las “tejedoras” se reunieron este domingo en el salón de la biblioteca María Tejeda del barrio Parque Oeste e hicieron su tarea con la misma pasión de siempre.
La mayoría no se conocía de antes, llegaron por la convocatoria de Red Solidaria. A veces fue primero la mamá y luego llevó a la hija. A veces fue al revés pero es bastante común ver a madres e hijas participando en esta tarea.
“Yo vengo por amor al prójimo”, cuenta Ana, que hace un largo viaje desde la zona de Chacras de Plaza Huincul. Es la tercera vez que participa del Tejetón, y esta vez trajo a su hija.
Muchas de ellas tejen en sus casas. “Yo aprendí a los siete u ocho años, en Junín de los Andes, iba a una escuela que atendían las monjitas y me enseñaron a tejer medias con cinco agujas”, cuenta Alicia. Desde aquellos años tejió mucho para su familia pero “ahora ya no usan tanto” las prendas de lana.
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El conocimiento sobre el tejido se fue pasando de generación en generación, pero también por otras vías. Lourdes fue a tomar un curso “cuando tenía unos diez años, iba a esos cursos de señoras y me encantaban”, relata.
Pero la tecnología también les llegó a las tejedoras. Hay debate sobre si es mejor mirar videos en youtube o comprar revistas. “Yo creo que la revista tiene su lugar, no está de más, en mi caso hago fotocopias, están las referencias y si lees te salen los tejidos”, dice Ester.
Pero aún aquellas que ya peinan canas se abren a la tecnología. “A mi me gustan los videos porque te explican bien, antes los veía en el teléfono pero ahora los pongo en el tele grande y veo bárbaro”, cuenta Alicia y genera sonrisas.
En agosto se volverán a juntar para un nuevo Tejetón. Ya son cinco las mantas que se han construido con estas manos laboriosas. Compartirán sus historias, los puntos, un mate, un te y una torta. Y permitirán que alguien se abrigue este invierno.