“Sólo me ofrecí a llevarlos y terminé metido en este quilombo” dijo a los jueces.
En junio pasado, la justicia dictó una prisión de 10 años y 8 meses luego de hallarlo responsable por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en calidad de autor.
Lucas Piovesan fue desde el principio el único sospechoso de la muerte de Juan Martín Epulef, alias “Chimuela”, ocurrido el 4 de noviembre de 2017. Ambos compartieron un asado ese mediodía y habrían tenido una discusión posterior que derivó en el crimen. Cuando Epulef se retiró del lugar en moto fue baleado por la espalda pero continuó unos 400 metros hasta que finalmente chocó con un cordón y perdió la vida.
Fiscalía se encargó de probar la culpabilidad de Piovesan por varios métodos y fue así que consiguieron su condena de 10 años y 8 meses de prisión. Sin embargo su defensa insiste en que el autor de los disparos fue otro y por eso solicitaron la impugnación de la medida.
“Yo no tuve nada que ver, nunca usé un arma. Sólo me ofrecí a llevarlos y terminé metido en este quilombo. La estoy pasando mal por mi familia y porque tenia un trabajo estable” fueron algunas de las frases que soltó está mañana frente al tribunal de impugnación luego de pedir su inocencia. Su defensora expuso además que el único testigo del crimen “cambió su versión 8 veces durante el juicio”.
En 10 días, la justicia notificará a las partes la determinación final respecto al planteo.