Ayer se hizo una reunión entre los ediles, los dueños de la clínica, los trabajadores y el ente.
Los papeles para la hipoteca del edificio de la clínica estarían en orden para ser garantía de un crédito de 15 millones de pesos. Pero… hay mucha desconfianza tanto de los empleados como de los concejales sobre cómo se usará ese dinero.
Y es por eso que se acordarían sistemas de control. La primera condición es que no pueden haber despidos por un año. “La preocupación de los dos intendentes, los concejales y nosotros es que no despidan a nadie“, confirmó Rubén Espinace, director del ENIM.
En el mismo sentido se expresó el concejal Omar Marifil (Frente Social Comunitario) quien aseguró que se hará “un seguimiento constante, estamos dispuestos a acompañar pero queremos que se sostenga en el tiempo“.
Otro de los puntos es que el dinero se utilice efectivamente para la compra de equipamientos que se plantearon y para ello la clínica deberá informar sobre los avances en la inversión a los dos concejos deliberantes.
Una preocupación de trabajadores, pacientes y la comunidad en general es que se administre bien la clínica para que no haya estos mismos problemas en poco tiempo. Y para ello se propuso nombrar a un administrador, además del gerente. Ese administrador podría ser sugerido por los trabajadores.
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Y finalmente se pide que todos los servicios que se prestan en la clínica los facture la clínica. Porque ahora el laboratorio, que es propiedad de Corradi Diez y trabaja en el edificio de la clínica, factura aparte. Los consultorios externos también facturan aparte. “Si no facturan a nombre de la clínica, que es la que tiene los trabajadores, no van a poder pagar el crédito“, sostuvo Espinace.
De cumplirse con estos requerimientos de control, entonces no habría oposición política ni técnica para que se otorgue el crédito.
