La denuncia sobre su desaparición la radicó su empleadora asistida por la titular del Consejo de la Mujer el pasado 20 de octubre porque hacía dos días que no se presentaba a trabajar y había comentado a sus compañeros que sufría violencia de género.
Desde la policía se fue hasta su domicilio en el barrio Mosconi, en el bloque C 2 de Huincul y no atendió nadie.
Luego se dispuso, mediante la intervención de Fiscalía, que se concretara un allanamiento. Allí encontraron sus pertenencias en el departamento lo que les indicó que no se había ido por su voluntad.
Según confirmó el comisario inspector Dante Catalán horas después se la ubicó y “dijo que estuvo en la casa de una amiga”.
El médico policial certificó que tenía escoriaciones (heridas) que tenían unas 72 horas. “Es víctima de violencia pero no quiere recibir asistencia según dijo”, explicó Catalán. La pareja no estaba en el departamento que compartían.