En uno de los casos, la víctima fue una vecina de 71 años, de Cutral Co. La llamaron por teléfono fijo y del otro lado, un hombre con un acento chileno, se presentó como su sobrino “Ale” de Chile.
El falso sobrino le relató que viajaba hacia Cutral Co a visitarla y había tenido un accidente en San Martín de los Andes junto a su familia. El estafador le dio un número de teléfono de una persona que tenía una grúa y que estaba a 25 kilómetros “del destacamento en la chacra de Don Roberto”.
El sujeto le pedía que le envíe la suma de 30 mil pesos, mediante una transferencia porque era la única manera de recibirla.
El nieto de la víctima, también tomó el teléfono y habló con el estafador, señalándole que no tenían esa suma de dinero y como entablaron una especie de discusión, el estafador le pidió que le dé el teléfono a su abuela, otra vez.
Más tarde, cuando llega otro familiar a la casa, le relatan lo ocurrido y llaman al número de telefóno de la grúa. Tenían que confirmar si la iban a utilizar y que les iba a salir 10 mil pesos más. O sea, 40 mil en total. Una vez que lograron reunir el dinero, hicieron la transferencia al Banco Patagonia y una vez que envió la foto del comprobante del ticket de la transferencia, el estafador le dijo que había salido la grúa a buscar a su pariente varado.
Como pasaron las horas y el primo no apareció, decidieron llamar a Chile, y allí comprobaron que el familiar estaba en ese país, por lo que recién ahí se dieron cuenta que habían sido estafados.
En el otro caso, fue en Picún Leufú. La víctima fue una vecina de 69 años, a quien la llamaban supuestamente desde Anses. Le indicaron que tenían un “dinero retroactivo” para cobrar.
La señora aceptó y cumplió con lo que le pedía por teléfono el estafador. Se le solicitó que vaya al cajero automático del banco, e hiciera la transferencia inmediata de un monto de dinero. El estafador le pidió que volviera más tarde, y otra vez en el cajero, siempre por teléfono, le pidió que sacaran un “préstamo” por un monto de 40 mil pesos.
La víctima indicó que a las 18, cuando debían volver al cajero, ya no pudieron usar la tarjeta de débito porque estaba inhabilitada para operar. En definitiva, el estafador se quedó con 80 mil pesos. En los dos casos, hubo denuncia policial.