Los cientos de pacientes que se atienden en la clínica apenas si pueden advertir los cambios, pero los cuarenta empleados que había solamente quedan unos 20 trabajando.
Los que pudieron hacerlo, se fueron a otro trabajo y una minoría dejó de trabajar a la espera de la jubilación. El resto apenas sobrevive, porque este mes recibieron 5000 pesos que le corresponden al mes de octubre.
El ministro de Salud, Ricardo Corradi Diez, asegura que no hay intenciones del ENIM de dar el crédito. En el ente sospechan que no habrá dinero para devolver el préstamos, una vez otorgado, y pidieron la intervención del agente financiero para realizar la evaluación. Pero el banco se negó a realizar el análisis.
Mientras, los trabajadores y trabajadoras siguen cumpliendo sus tareas pero sin cobrar prácticamente. Por otro lado, la cantidad de pacientes que se atienden es muy importante. ¿Dónde van a ir cuando ya no esté la clínica? El hospital podría sufrir un colapso en el caso del cierre.
Otras alternativas
Aunque se ha planteado como única solución la posibilidad de un crédito por parte del ENIM, hay otras posibilidades hasta ahora inexploradas.
Por un lado, podrían buscarse otros medios de financiamiento, como el IADEP, que es un organismo provincial. A menos que la clínica no esté en condiciones legales de buscar financiamiento, lo que implicaría que tampoco puede tomar crédito del ENIM.
Y finalmente, antes del cierre, podría plantearse una gestión obrera, como ocurrió con el ADOS. O un gerenciamiento por parte de otros médicos, que se fueron de la clínica en desacuerdo con las decisiones que se tomaban pero que todavía conservan sus acciones.