Antes de la Navidad, el propietario de una ferretería denunció que desconocidos habían ingresado por el techo y que le robaron 300 mil pesos.
Las circunstancias fueron extrañas, ya que tanto el dueño como los empleados llegaron al lugar y desarrollaron sus tareas habituales sin problemas.
Al momento del cierre abrieron la puerta de la oficina y se dieron cuenta que estaba desordenada. Y luego advirtieron un boquete en el techo por donde habrían ingresado los delincuentes.
El dinero era para pagar sueldos y pagar proveedores. En el lugar hay cámaras de seguridad y también alarma, pero no hubo alertas de un ingreso no autorizado.
Desde la policía se informó que se buscará establecer cómo ocurrió el hecho y que por ello hay una investigación en marcha.