Después de haber salvado casi milagrosamente sus vidas, la familia que ocupaba la casa contigua a la que se incendió y donde fallecieron una pareja y el hijo de 14 años, busca ahora un alquiler.
Se deben mudar de Di Paolo al 300 porque el lugar no está en condiciones de ser habitado porque a pesar de no haberse quemado, el hollín y el humo tiñeron todo el lugar.
Luis, explicó que “necesitamos un alquiler urgente porque no nos podemos quedar acá y menos con mis hijos”. Especificó que si bien anoche se quedaron ahí, el lugar no está en condiciones de habitabilidad.
“Estuve limpiando un poco para poder sacar un poco el olor pero no se puede estar. Lo que necesitamos es una casa para alquilar e irme con mis hijos de 3 y 6 años”, contó Luis. Recalcó que accedió a alquilar este lugar porque “eran 7 mil pesos más los servicios, entonces era accesible pero ahora nos tenemos que ir”.
Por otra parte, indicó que “tuvimos apoyo de la municipalidad para el alquiler pero el problema es que parece que no hay casas porque nos ofrecen monoambientes o nos piden 14 mil pesos”.
Luis, agradece que “logramos salir” a tiempo, a pesar de que quedaron con algunas lesiones leves como consecuencia de las llamas que debieron sortear y atravesar para salir. “Los vecinos no pudieron y eso es lo peor”, acotó.
El informe de las pericias todavía no está pero la hipótesis más fuerte es que se trató de un cortocircuito en el techo que tomó rápidamente el poliuretano expandido del techo. Eso sumado al machimbre y la paredes de material en seco hizo que la casa se convirtiera en una trampa mortal para Pablo Vargas, su pareja Gladys Valenzuela y el hijo de ella, Josué Tocaimasa, de 14 años.
Luis aclaró que lo único que necesitan es un lugar para vivir y desestimó que hayan solicitado muebles o víveres, porque no fueron afectados por las llamas. De todos modos, el lugar se encuentra con los servicios cortados.
Agradeció enormemente a los vecinos que desde un primer momento se acercaron a darles abrigo y contención.