La planta de metanol de Plaza Huincul llegó luego de la pueblada de 1996, al igual que la concesión del yacimiento El Mangrullo.
Fue una especie de reemplazo de la planta de fertilizantes frustrada, porque podía generar más proyectos de petroquímica en la zona. Ello finalmente no ocurrió. La única planta que se instaló con ese objetivo fue la de Reinaldo Margulis, que pretendía producir resinas con metanol como materia prima. Fue un fracaso.
En 2018 la producción fue la mejor desde que se puso en funcionamiento en 2001. Fueron 421 mil toneladas de metanol, de las cuales el 70% fue para producir biocombustibles y el resto se dividió entre la exportación hacia Europa y la producción petroquímica.
¿Por qué se produjo este récord?
Hubo varias razones, tal vez la principal fueron las inversiones realizadas en la modificación del sistema eléctrico. La planta de metanol tenía constantes paros de planta por el sistema anterior, lo que generaba pérdidas y además era el principal motivo de quejas ambientales en el barrio Uno.
Las instalaciones fueron mejoradas entre 2017 y 2018, tras invertir 4.5 millones de dólares. Como resultado los paro de planta se redujeron drásticamente, limitándose al programado por mantenimiento.
La planta de metanol utiliza gas en su funcionamiento pero principalmente lo usa como materia prima. Del gas se extrae el metanol. En 2018 no hubo restricciones y llegaron diariamente el 1.2 millones de metros cúbicos de gas por día.
Y finalmente hubo muy buenos precios para el metanol durante el año pasado. Un triplete que resultó relevante a la hora de llegar al récord, además de mejoras en la logística de despacho a través de camiones.
Desafíos futuros
La planta está funcionando casi el tope de sus posibilidades y el mercado está en expansión en todo el mundo. Hay una posibilidad de crecimiento pero el contexto de YPF no apunta a la industrialización como a la producción de gas y petróleo.
El metanol tiene un campo para avanzar en la producción de combustibles que todavía no encontró techo. Aunque en medio de polémicas ambientales, en México ya se construyen autos que funcionan con metanol. Especialistas aseguran que ello no llegará a Argentina, pero ¿quién sabe?