La Justicia determinó que el efectivo policial del Comando Radioeléctrico de Cutral Co, Jairo Valenzuela, disparó su arma reglamentaria contra Jonatan Morales en legítima defensa y por ello se dictó el sobreseimiento.
Tanto la Fiscalía como la Defensa estuvieron de acuerdo y el juez Raúl Aufranc convalidó el determinación.
En mi opinión esta decisión deja algunos mensajes a la sociedad que podrían ser contraproducentes. ¿Es un aval para el uso del arma reglamentaria por parte de los policías, aunque estén de franco?
La audiencia fue pública pero no se la anunció en la cartelera de audiencias que puede ver cualquier vecino hasta último minuto. Y luego se da aviso del resultado únicamente a medios de comunicación que se consideran afines al pensamiento de los protagonistas del proceso.
Por ello no se puede saber con certeza qué pruebas había de que Morales disparó un arma, cómo se corroboró que el arma hallada en el procedimiento realizado ese día era la de los ladrones, es decir que la investigación quedó oculta. Pudo ser la mejor investigación, concienzuda y certera pero no se sabrá.
Leí varios comentarios a favor de la determinación de la justicia, porque Morales era un ladrón y aparentemente merecía morir por ello. Lo que me preocupa es lo que puede ocurrir si alguna vez un policía, que siente el derecho de esgrimir su arma reglamentaria, tiene una percepción equivocada de una situación (por ejemplo cree que lo van a agredir y no es así). ¿Podría realizar disparos y luego ser perdonado?
Y también me pregunto: ¿este derecho de responder con una pistola 9 mm al efectivo policial es igual para el resto de los ciudadanos? Quiero decir, si gestiono la portación de un arma y en ocasión de robo me disparan ¿puedo responder como hizo Valenzuela y voy a ser sobreseída?
Parecen ser tiempos de “mano dura” y “tolerancia cero”. Y los ciudadanos de bien creen que ello los protege, hasta que se dan cuenta que las fuerzas de seguridad sin control social son tan peligrosas como la delincuencia. Porque ya no queda en manos de la institución policial la determinación de las normas sino de personas que van armadas y que tienen criterios muy personales sobre lo que está bien o lo que está mal.