Esta mañana llegó un camión al terreno de Alicia Mariccoti, ubicado sobre el final del barrio Progreso. Dentro había dos palets con 300 ladrillos cerámicos donados por la ex cerámica Stefani, que con el acuerdo de los obreros, fueron entregados para colaborar con la construcción ecológica.
“Me siento bendecida porque no esperaba que la gente me ayudara tanto” dijo Alicia, emocionada, mientras recibía los ladrillos que le donaron los ceramistas.
“A pesar de la difícil situación que vivimos, no dejamos de producir y todo el tiempo aportamos a los vecinos, para devolverle la ayuda que nos han dado” manifestó José Navarrete, que se fue en representación de la cerámica.
Alicia Mariccoti no pudo esconder su emoción y agradeció “a todas las personas que no dejan de venir. Desde el que trae botellas y me ayuda a llenarlas, hasta una señora que el otro día me trajo caramelos. Me cuesta expresar todo lo que siento desde que empecé con esto”.
En casi un mes, no pararon de ayudar y hoy Alicia cuenta con una platea y una estructura metálica para su casa de botellas. Algunas paredes ya superan el metro de pared con plástico reciclado y lentamente toma forma el sueño de tener su casa, construida con sus manos y la solidaridad de dos pueblos.