Según estima el propio protagonista, se quedó dormido con un cigarrillo encendido y comenzó a quemarse el colchón.
El lugar donde vivía era una habitación con una pequeña zona de cocina, construido frente a la casa de su madre.
Como se prendió la cama, todo lo demás se quemó rápidamente. Perdió así todas sus pertenencias, los muebles y también la ropa.
“Me despertó el humo y el calor del colchón quemándose”, dijo a Cutral Co al Instante.
Como no tiene más que un mameluco y unas zapatillas aceptará donación de ropa de hombre.
Se puede acercar a la calle Canal de Beagle, casa 138 y preguntar por Roberto Sebastian.