El jefe de equipo fue sometido a un proceso penal por la muerte del operario y estará un año de suspensión de juicio a prueba. El encargado de turno también será procesado por el caso.
El 1 de noviembre de 2018, el boca de pozo de la empresa Venver, Mauricio Segura, perdió la vida luego de que una válvula cayera desde 11 metros de altura y golpeara su cabeza durante una maniobra de rotación de herramientas.
De acuerdo a las investigaciones realizadas por Fiscalía, la maniobra se realizó sin cumplir con los protocolos de seguridad y eso causó el accidente, por lo que entendieron que el jefe de equipo -identificado como C.A.L.- y el encargado de turno (M.G.O.) tenían obligación de hacer respetarlos procedimientos para este tipo de operaciones, siendo su conducta omisiva el causal del trágico final.
La responsabilidad del jefe de equipo había sido denunciada por el secretario del Sindicato de Petroleros, Guillermo Pereyra, lo que generó polémica en su momento.
Durante la mañana del jueves se realizó una audiencia contra C.A.L., donde se dictó la suspensión del proceso penal a prueba por un año, contemplando que no cuenta con antecedentes penales y que cumplió con todos los pasos judiciales previos.
Durante el tiempo de la medida, deberá realizar una capacitación sobre Seguridad e Higiene en el Trabajo y comparecer ante un organismo judicial de forma periódica.
En cuanto a M.G.O., alegó que no podía presentarse a la audiencia y se programará otra en su caso con una condena similar, ya que la responsabilidad sería compartida entre ambos.
La jueza Laura Barbé aclaró que no habrá una reparación económica hacia la familia de la víctima, aunque comentó que hay otra instancia en el fuero Civil que continúa en curso.
Con respecto al hecho, Fiscalía recordó que ocurrió en la madrugada del 1 de noviembre, en el pozo NQ 423 ubicado a 1,5 kilómetros de Ruta 17, sobre el octógono fiscal. Segura realizaba el izaje y retirado de vástago en una maniobra de rotación de herramientas cuando una válvula se desprendió y cayó sobre su cabeza, provocando un traumatismo de cráneo con lesión ósea y encefálica que le provocaron la muerte.
La maniobra de “pesca y liberación de tapón” está contemplada en el “Análisis de Trabajo Seguro” que los imputados estaban obligados a cumplir, pero se comprobó que “obviaron de forma imprudente una secuencia de levanta vástago de planchado”, lo que provocó la caída de la válvula.