La siguiente es la carta de lectores que fue publicada en el diario La Nación.
“Contaba mi papá: 20 de junio de 1947, YPF Plaza Huincul. El feriado no corta la tarea de un grupo de hombres en un depósito. Amanece con frío y nieve. No hay periodistas ni fotógrafos ni discursos, solo estos hombres que caminan 30 metros desde un tráiler hacia un mástil. Izan la bandera argentina. Allí, en medio de la nada. Solo el viento corta el silencio. Inclinan la cabeza y empiezan su labor diaria. Respeto, trabajo, sacrificio: así se honra a la Patria y se recuerda a sus patriotas. Lean esto y reflexionen los jóvenes que agitan pancartas o pañuelos del color que sea: hay una sola bandera que debe unirlos y los cobija a todos, la celeste y blanca. Lean esto y reflexionen maestros, jueces, gerentes de bancos y organismos públicos y privados, porque vemos a diario flameando en sus instituciones banderas argentinas que son trapos viejos, sucios, desteñidos. Muchos de ustedes hoy participarán de ceremonias y discursos. ¿No les da vergüenza? Y por favor, un minuto de silencio para un grande entre los más grandes: Manuel Belgrano”.
Ana Acosta
DNI 6.221.365