Ayer, en los talleres de la EPET Nº 1 se “señaló” el sitio como un espacio para rescatar la memoria de la lucha que tuvieron los estudiantes secundarios secuestrados en 1976. Esa acción por parte del Ejército fue conocida como el Operativo Cutral Co.
Desde ATEN, la dirigente Marisabel Granda indicó que la acción forma parte de la pedagogía en la escuela en relación a los Derechos Humanos y que impulsa el gremio.
“Nos parece sumamente importante trabajar con nuestros estudiantes y ver cómo la historia nos atraviesa y cómo esta escuela que hoy habitan fue el escenario de lucha por más derechos para todas y todos”, describió Granda.
Desde la comisión directiva de ATEN coincidieron en la importancia de acompañar el trabajo que hizo la escuela y permitir así la construcción de la memoria colectiva, en coincidencia con la conmemoración “La Noche de los Lápices”.
“Son acciones sumamente necesariamente e imprescindibles que refuerzan la política de Derechos Humanos como transversal en todos los niveles y modalidades del sistema educativo”, acotó. La dirigente mencionó que esta pegagogía del señalamiento trata de impregnar de contenido los actos escolares. Y recalcó que esto no se trata solo del momento escolar si no es al que se llega después del trabajo en las aulas. “Es un momento que llegan sabiendo de lo que se va a hablar, los estudiantes fueron las y los protagonistas de la preparación”, sostuvo.
Por su parte, Dora Seguel, explicó que fue “emocionante más que nada poder ver a los chicos que trabajaron de esta manera cooperativa y con tanto compromiso. El hecho que yo tenía la misma edad que ellos tenían hace que tengan los mismos miedos y angustias y no les importó que acá había gente sin importar las edades ni nada y siendo respetados”.
Seguel indicó que trabajar este tema hoy es decir “Nunca más una dictadura en el país pero si mucha memoria”.
Los estudiantes estuvieron desde principio de año trabajando la temática. Y desde el taller se empezó a trabajar en el señalamiento, así que preguntaban para qué era y qué destino tendría el material.
“Es sumamente importante porque tenía 16 y hoy tengo 59. Lo que viví y transmití en esa época para poder seguir transmitiendo y señalización es un puente que nos hace ver el ayer y el hoy para que no vuelva a ocurrir”, concluyó Dora.